domingo, 17 de fevereiro de 2008

Ganado que come árboles en Amazonía

Hola!
El tema Amazonía es más que el derrumbe de árboles y la preservación de la fauna. Pero el periodismo, creo que buscando exactitud en la cobertura, no abre espacio a los temas paralelos que forman ese panorama.
En la foresta, el peligró más claro es la ganadería. Un sistema económico neocolonial mantiene Brasil dependiente de carne, leche y soja.
A continuación, el link y el lead de la nota. Periodismo ambiental es mi formación, si necesitan algo, por favor, avísenme.
Saludos a todos
Edson
http://www.elpais.com.co/historico/feb152008/INT/int03a.html

Brasil
Amazonas, más que un lío ambiental
Febrero 15 de 2008

Naturaleza. La selva amazónica ocupa el 50% del continente americano. Nueve países se benefician de la riqueza de estos bosques.
Archivo / El País
No sólo el cambio climático ha influido en la desaparición de la selva, los procesos ganaderos también pesan.

Por Edson Capoano

Corresponsal en São Paulo

La defensa de la selva amazónica en Brasil no es sólo ambiental, sino socioeconómica. Políticas públicas, actividades agroindustriales y el desarrollo social se disputan el destino de los ecosistema más importantes del planeta.

La Amazonía, selva tropical húmeda que se extiende en el 50% de América Latina, abriga la más grande biodiversidad del planeta. Ocupa 49,29% del territorio brasileño, 3,6 veces el tamaño de Colombia y abriga 30.000 variedades de plantas y 3.500 especies de animales.

Hoy, la Amazonía enfrenta una deforestación de 20.000 kilómetros al año, cerca de 2.000 canchas de fútbol.

La desestabilización del ecosistema hace que 41 de las 473 especies en vía de extinción en Brasil estén en la Amazonía. Sin embargo, dos tercios de la selva brasileña son intocables y ese territorio es disputado por distintos sectores del país.

“Un tumorcito, no un cáncer”.

Tres estudios simultáneos que indicaban que el 62% de la devastación total del 2007 se presentó en el último trimestre de ese año prendieron las alarmas en Brasil. Como medida de emergencia se suspendieron diversas actividades en 36 ciudades de la región para impedir un alza récord de deforestación.

“Estamos declarando una moratoria ambiental”, declaró la ministra de Medio Ambiente, Marina Silva.

Sin embargo, el presidente Lula da Silva disminuyó la alarma: “El informe de los satélites dice que no podemos descuidarnos. Es como cuando uno va al médico a buscar un tumorcito y antes del examen sale diciendo que es un cáncer”.

Desarrollo económico o árboles.

Las medidas protectoras de la selva chocan contra la política de desarrollo adoptada por el Gobierno Nacional. El año pasado se destinó US$1,1 mil millones a ganaderos de la región, práctica acusada por el 78% del desmate amazónico, según la ONG Imazon.

La Amazonía acoge 73 millones de cabezas de ganado, 36% del total brasileño. Las expectativas son que la producción nacional crezca un 31,5% hasta 2017, a costa de los árboles, pues la crianza suele expandirse a la selva.

El Ministerio de Agricultura apaciguó la crisis ambiental y afirmó que las áreas deforestadas registradas por satélite ya existían, pero no habían sido vistas.

Los gobernantes de áreas ganadoras en desmate como Mato Grosso y Pará, defendieron la afirmación.

El Gobierno tampoco intenta criminalizar el pequeño productor que se instala al borde de la selva y la explota irregularmente, pese a que una investigación comprueba que éstos son responsables del 18% del corte forestal.

“La reforma agraria ayuda en la preservación de la flora. Son grandes hacendados los responsables por la deforestación”, afirma Guilherme Cassel, de la secretaría del Desarrollo Agrario.

Para contener la deforestación está el corte de los préstamos bancarios a actividades insostenibles y en su lugar promover el rehuso de 160 mil kilómetros de áreas agropecuarias subutilizadas, lo que costaría US$9 billones.

Um comentário:

Igor Ojeda disse...

Boa matéria, Edsã!

O triste é que o gado vai sendo empurrado para a Amazônia pela monocultura da soja e agora da cana (menina-dos-olhos do governo).

A própria cana já está invadindo a Amazônia (já destruiu boa parte do cerrado).

Outra ameaça é o agrocombustível feito a partir de óleo de palma de dendê. Na Ásia (Malásia, se não me engano), boa parte da floresta foi abaixo por causa disso.

Abraço!